17 de octubre de 2012

Talento Emocional


Cada vez se habla más, pero no suficiente, de las grandes capacidades de la mujer para liderar personas.
Las investigaciones de las neurociencias demuestran esa especial capacidad del cerebro femenino para gestionar personas, especialmente por la empatía.
Esta es la base de los estudios sobreNeuroliderazgo femenino, donde se evidencian las caracteristicas de la mujer en el liderazgo organizacional, con un estilo de liderazgo cercano, emocional, generador de implicación y compromiso en los colaboradores, teniendo como base la empatía.

"Del corazón a la inteligencia es más fácil el camino que de la inteligencia al corazón" S.Catalina.


La empatía la definimos como la capacidad para ponerse en el lugar de otra persona, bien porque sabemos qué siente (también llamada empatía cognitiva) o porque llegamos a sentir lo mismo que la otra persona (empatía emocional).
Las investigaciones apuntan que los hombres tienden a experimentar la empatía cognitiva, mientras que la mujer lo vive más a nivel emocional. Igualmente, destacan una mayor capacidad en la mujer para comprender sus estados emocionales y los de los demás; esto es, mayor inteligencia emocional.
Según estos resultados, y teniendo en cuenta que el 80% de las competencias del lider son emocionales, equilibrar los equipos directivos con la presencia de mujeres en altos cargos beneficiaría mucho a la empresa.


Pero la realidad es otra.

Más allá de las capacidades y potencialidades, seguimos con ese 'techo de cristal' que no se ve, pero que de alguna manera sigue impidiendo a las mujeres cualificadas optar a puestos de dirección.
Según un articulo que publicaba El Pais en 2012, se necesitarían unos 40 años para equilibrar la proporción de mujeres en los consejos de administración de las empresas europeas.
Datos que siguen siendo alarmantes, y, en mi opinión, se avanza demasiado lento.

Analicemos algunos datos*:
- En 2011, más del 60% de las licenciadas eran mujeres.
- La proporción de mujeres con estudios de posgrado es mayor que la de hombres.
- La participación de la mujer en los programas MBA executive en las escuelas de negocios españolas no supera el 32% en el mejor de los casos (al ser programas en los que se adquiere una visión general de la empresa), ascendiendo hasta en un 60% en el caso de programas de áreas funcionales como RRHH o Marketing.
- A medida que aumenta la categoría profesional, disminuye la presencia femenina.
- Cuando hablamos de alta dirección, sólo el 8% son mujeres.


¿Y qué hacemos con el talento femenino?
Las necesidades en la dirección de personas ya no son las mismas que hace unos años, cuando 'saber mandar' o 'mantenerse firme en las decisiones' eran suficiente para dirigir. Este entorno cambiante e incierto exigen del líder un comportamiento que inspire, motive e ilusione, que potencie el desarrollo de las personas, sacando lo mejor de ellas. Este estilo de liderazgo está muy vinculado al liderazgo emocional, y al estilo de liderazgo femenino.
Un estudio de Mckinsey revela que las empresas que equilibran la presencia de mujeres y hombres en los puestos de dirección, incrementan sus beneficios un 56% frente a las empresas exclusivamente masculinas.
Integrar y equilibrar el talento femenino y masculino debe ser un objetivo de la empresa del siglo XXI, enriqueciéndose de las capacidades de unas y otros, potenciando el desarrollo de las competencias emocionales en la dirección de personas, el equilibrio, la conciliación, la flexibilidad, que permita una integración real sin limitaciones por patrones sociales, donde la mujer juega en desventaja.


Como recogía Virginio Gallardo hace unos dias: "Tenemos un problema de educación que nos hace sobrevalorar lo analítico y subestimar el poder de la intuición y la emoción. Somos seres emocionales, nos guste, o no"

No hay comentarios:

Publicar un comentario